
ROTURA DE MENISCO ¿DEBERÍA OPERARME?
La rodilla es una articulación poco protegida muscularmente y esta expuesta a golpes y también a elementos externos como el frío y el calor le afectan bastante. Los meniscos son anillos de fibrocartílago que amortiguan las presiones entre el fémur y la tibia, evitando el rozamiento y haciendo que la articulación tenga un buen engranaje encajando mejor. Estos meniscos que tienen forma de semiluna (el interno) y de o (el externo) pueden sufrir pequeños pellizcos, fisurarse o romperse causando una incongruencia articular y bastante dolor, más aún si nos tenemos que poner de pie y deambular y normalmente la rodilla no nos deja extender la rodilla del todo cuando esto ocurre.
El 90% de los diagnósticos de menisco roto son erróneos, ya que en la mayoría de los casos no se examina al paciente en profundidad corroborándolo con la imagen y además dejando que los elementos inflamatorios desciendan para comprobar con exactitud cuanto y cómo han sufrido estas estructuras. Además las pruebas y test de compresión casi nunca son positivas (pero es que a veces ni siquiera las hacen). Con ello quiero manifestar que para éste caso como para cualquier otro hay primero que ver el diagnostico por imagen de Resonancia Magnética, posteriormente integrarlo con los signos y síntomas que trae el paciente consigo, y por último explorar la zona minuciosamente. En este punto sabremos hacer una intervención que mejore el proceso de lesión y a partir de ahí ver los límites del tratamiento que en la mayoría de los casos son 100% resolutivos y el paciente se va muy satisfecho.
Y eso es precisamente lo que hacemos aquí en REMAFIBC.